Cápsula de sueños

Me encontré con una alma del silencio
y con ella a mi lado, controlando mis respiros,
pensaba en la decisión que me guió hacia ti.

Llegaba,
y desde lo que una vez fue tu sentido de vida
en ese instante se tornó mi capricho escrito en el destino.

Dentro de mi cápsula de sueños,
sentía el golpe del viento
y arrimada a su áspera frialdad
perdía mi mirada en esos cúmulos de arena
donde enlazaba pensamientos o dibujaba tu nombre,
mientras que mis ojos brillaban de tantas lágrimas escondidas,
y soñaba despierta con que tu presencia
yacía entre la paz inquieta que surgía de mis latidos.

Es de ese mar,
a veces verde, a veces azul, a veces transparente,
a veces dejando fluir la esperanza,
a veces dejando fluir el llanto,
que me dice que entre cada uno de sus nados te perdiste.

Si la existencia vive en la eternidad,
Por qué no logro cruzar hacía lo que es una verdad para aceptar?
Si la eternidad es una realidad,
No es insano buscarte donde sé que no estas?

Atenta escucho una lejana voz,
voz que me trae un imaginario agradecimiento,
voz que nació del alma del silencio para despertarme.