domingo, octubre 26, 2008

Race for the cure Miami 2008

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Es siempre una dicha y una fortuna poder expresar las sensaciones y emociones de un evento como éste. Más allá de una simple caminata, se ha tornado en una fecha anual que me dedico muy para adentro mío.

Este año lo tomé con más calma, incluso porque en vez de quedarme en la ciudad por una sola noche, en esta ocasión lo hice por dos, claro que también jugaron las finanzas y la lógica conmigo, pues por el precio de una noche en el downtown, podía tener dos al pie de la playa, lo cual no sería nada malo como para distrarse también. Si bien la distancia al Bayfront Park (lugar de partida de la caminata) estaba un poco más lejos, creo que ya podía ubicarme bastante bien en la zona, así que para llegar a tiempo, solo madrugué un poquito más temprano.

De las veces que he podido viajar en un avión, me es inevitable no quedarme suspendida en ese medio nuboso que se ve por las ventanas, o de perderme entre la luz de los rayos del sol al atardecer. Me pasa que siempre recuerdo que en una ocasión, durante un vuelo con el mismo trayecto (GYE/MIA), me puse a escuchar la música que ofrecían abordo, y que mi más grande emoción fue escuchar Sin Explicación a 30000 pies de altura, fue una sensación única porque no es lo mismo llevar musiquita de Ella en un mp3 y ser tu misma quien pasa las canciones, a llevarte la sorpresa de que de pronto el efecto de promoción de un single llega a los aires también, literalmente.

En todo caso, concentrándome en el evento de este año, salí de mi hotel tempranito, alrededor de las 05h45, calculando llegar al Bayfront Park a eso de las 06h30, porque también debía calcular el tiempo de espera mientras estaba en la parada de buses y porque además debía completar mi registro y pedir mi camisetita del race.

Una vez ahí, hice el reconocimiento de la zona, o sea, ubicar el stand de Ella. Algo que me llenó mucho y me hizo sentir una calidez única, fue el llegar al stand y que varias personas me reconocieran, por lo general me dedico a observar antes de adentrarme en algo, pero en esta ocasión sólo me dejé llevar y ahí estuve, siendo recibida de una manera muy alegre. Quizás eso sea lo que más rescate de este año, porque me di cuenta que con el paso del tiempo, un mismo círculo de personas se sigue manifestando en SU nombre, recordándola, expandiendo SU misión y fortaleciendo lazos.

A veces me quedo en cierto shock, porque creo que aún no asimilo el haber podido conocer a parte de su familia o sus más allegados amigos. No sé si de pronto decirme "sí, aquí estas, reacciona!" o de pronto preguntarme "qué hago aquí?". Sea la condición que sea, me llena de satisfacción porque es mi momento personal, mi espacio, mi mundo el que se ve hecho realidad.

En fin, completé mi registro, obtuve mis camisetitas y me quedé lista para el inicio de la caminata. De repente se dio un hecho que me sorprendió, y fue que alguien de otro lugar también había viajado para participar allí. De un momento a otro, fue bueno no ser la única "paracaidista" en el evento. Así nos terminamos juntamos un pequeño grupo, que nos fuimos tratando más a fondo durante la caminata.

Por otro lado, en mi afán de contemplar "la canción maestra" en el evento, pasé muy atenta, y es que en el momento de la procesión de todas las sobrevivientes, me debilité un poco, pero a la vez me auto sonreía, porque ahí estaba... de fondo... manifestándose Ella... y claro, este año si me concentré un poco más en tratar de filmar/grabar el contenido completo que ya podrán ver luego también. Es la versión completa de "Live Life". Creo que es inevitable no quebrarse un poco cuando en un evento así, ves toda esa gente junta por una sola causa, así como también sientes la presencia y compañía de algo mucho más espiritual que físico.

Creo que seguirán pasando los años, y yo aquí seguiré plasmando la suspensión de pensamientos y sentimientos que surgen cuando la recuerdo...

Algo diferente que me acontenció en compañia de otra colega, fue que presentamos y entregamos en el escenario los premios en representación de Soraya Rocks Team. Era un set de discos y el libro de Ella en inglés. Fue algo gracioso y poco usual que siempre recordaré, pues no es que yo sea de pasar en escenarios todos los días.

Al final, terminé sentadita y una vez más en confianza tuve cierta conversación trascendental, que me confirmó que el gestor de nuestra angelita había fallecido hace muy poco. Aquí es cuando me quedo pensando en la fortaleza que puede alguien tener muy a pesar de todo, pues Don Gregorio no pasó uno o dos años enfermo, también batalló con el fantasma silencioso por años, pero así mismo, tuvo esa garra y fe que le inculcó a nuestra angelita y que de seguro adquirió de Jamie. Se imaginan... un padre que ve irse a su esposa y a su hija, cómo no va a quedar débil y frágil? Tal vez no aguantó más vivir sin Ellas y sintió la extrema necesidad de ya acompañarlas.

Así, entre suspiros, algunos ratos vacíos, otros prendidos de ilusiones y emociones, terminaba el día. Esa tarde, me la dediqué básicamente a recobrarme, pues, sinceramente, aún corren lágrimas por Su ausencia. Me vuelo, me vuelo, y me pierdo. Pido estar con Ella otra vez, ruego algún día poderlo merecer.